Los beneficios de la Vitamina C

Por: Flor Vega
21 NOVIEMBRE 2013

¿Quién no le exprime un limón a la carne asada?. Esta costumbre resulta ser muy saludable pues favorece la absorción del hierro a nivel intestinal que contiene la carne. Mucho se habla de la vitamina C y sus propiedades para fortalecer el sistema inmunológico y evitar las enfermedades respiratorias o en caso ya de padecerlas, de mejorar su condición, pero  ¿ sabe usted las consecuencias de sufrir una deficiencia de ácido ascórbico, comúnmente llamado vitamina C?.

Bien, cuando no tiene un aporte suficiente de vitamina C en su dieta, las encías se ulceran con facilidad, se inflaman, enrojecen, y sangran favoreciendo la caída de los dientes. El menor golpe puede provocar hemorragias por ruptura vascular y entonces aparecen los antiestéticos moretones. Las heridas tardan mucho en cicatrizar, los huesos se hacen porosos y se rompen con facilidad tardando mucho en repararse, pues la vitamina C juega un papel primordial en la reparación de los tejidos del cuerpo. Cuando la carencia de esta vitamina se convierte en una avitaminosis, se presenta el escorbuto, una de las enfermedades que se conocen desde hace más tiempo que las relacionadas con la falta de consumo de frutas y verduras frescas. En el escorbuto, hay dolores en las articulaciones, en el esqueleto y los músculos, donde hay una disminución del glucógeno y aumenta el ácido láctico, que al convertirse en pequeños cristalitos ocasionan el dolor muscular a pesar del escaso movimiento. Y hay menor resistencia a las infecciones. También puede provocar una anemia debido una deficiente absorción de hierro, pues la vitamina C favorece la absorción del hierro contenido en los alimentos.

La vitamina C es una sustancia hidrosoluble. Significa que fácilmente se disuelve en el agua por lo que la desechamos cuando existe un exceso en nuestro cuerpo. Pero también tiene sus debilidades. Es termolabil, es decir, se descompone con el calor y es fotosensible o sea que la luz también la destruye. Así que si le recomiendan algún alimento con alto contenido de vitamina C y lo calienta o lo expone a la luz, tenga la seguridad que perderá casi instantáneamente su contenido de vitamina C. Además nuestro cuerpo no la produce y la única manera de obtenerla es consumiéndola. Por eso, mi recomendación para que su alimentación no carezca de este vital nutrimento, es integrar frutas y verduras frescas a su alimentación.

Entre sus múltiples beneficios está el de ser un poderoso antioxidante que nos protege de los radicales libres, participa en la síntesis de la hidroxiproleína, sustancia clave en la formación de colágeno. Por otra parte, la vitamina C estimula las glándulas adrenales para que produzcan cortisona. El organismo produce cortisona para combatir el estrés.

La vitamina C la encontramos en verduras y frutas crudas y frescas, como chile, pimiento, coliflor, brócoli, jitomate, tomatillo, guayaba, zapote negro, mango, limón, mandarina, papaya, fresa, toronja, naranja, tojocote, melón.

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